Reseña: 50 estados. 13 poetas contemporáneos de Estados Unidos, de Ezequiel Zaidenwerg

Cincuenta estados de un mismo estilo

Toda antología es una toma de posición estética. Por más reparos que ponga su antologador, un recorte, en el mismo movimiento, incluye y excluye. Está en los compiladores explicitar el criterio de selección o bien encontrar estrategias que tiendan a hacer más “objetiva” o abierta la muestra. En este sentido, 50 estados, de Ezequiel Zaidenwerg es una apuesta atrevida y a la vez engañosa; se apropia del dispositivo “antología” con creatividad y labor, pero sin dejar de refugiarse en los rincones seguros que provee el género.

Aunque ni la portada ni la contratapa ni el prólogo lo dejen en claro, Zaidenwerg, conocido por su trabajo como traductor de poesía estadounidense, explicó en una entrevista reciente que este copioso libro, que reúne poemas y conversaciones con trece escritores nacidos entre 1976 y 1994, es más un producto de la invención que de la investigación. Los poetas creados por Zaidenwerg viven en distintas ciudades, vienen de entornos y lecturas diversas, y –lo que hace de la antología una apuesta ambiciosa– conforman un abanico de variaciones formales: epigramas, poemas en prosa, verso proyectivo, poemas epistolares, rap, canciones e incluso un largo poema elegíaco. La complejidad de este aparato que es 50 estados no sólo involucra la escritura bilingüe (ya que al “traductor” le corresponde la autoría de ambas versiones en castellano e inglés), sino también la exigencia de construir poéticas heterogéneas.

Pero a pesar de la interesante premisa de diversidad formal, la lectura pronto se apelmaza y reflota entre los poemas una estética unívoca, una vena lírica con dos vertientes principales. Por un lado, textos que montan reflexiones pretendidamente filosóficas en escenas de la vida diaria (como escribe Sarah Diano: “tal vez/ el amor sea esto// atravesar la noche/ en el auto de otro/ sin compañía// y sin saber manejar” ), íntimos satoris palermitanos que, mediante la mirada del poeta, subliman un detalle pedestre a nivel de revelación; como el perro callejero que duerme en el subte hace escribir a Amy Benoit, “nosotros somos, me parece a mí, un poco/ como él: nos abandonan/ al mundo, deambulamos (...) nos dejan que durmamos, y todos/ los demás son de otra especie”. La otra línea lírica es, tal vez, más nociva para el conjunto, ya que se trata de una inclinación al poema de amor conyugal que no sólo aparece en los versos costumbristas sino que invade aquellos más arriesgados, como los del lisérgico Leroy S. Davis, quien en “Cowboys de la impermanencia”, subordina la productividad de imágenes al diálogo amoroso (“Éramos el caballo de los dos:/ cada beso era un cactus lleno de agua,/ un arma oculta en una biblia hueca”). Esto no es un problema en sí, sino que el peso de la lírica como interés evidentemente central en 50 estados obstaculiza la puesta en práctica de otras poéticas. Así, el “poema político” de la antología –“Declaración de independencia”, en el que Taylor Moore pone en tensión la historia de EEUU y su coyuntura actual– limita las resonancias políticas del texto independentista a la retórica amorosa entre antiguos amantes.

Las entrevistas, que podrían funcionar como un espacio para profundizar la voz o perspectiva de los heterónimos, abundan en respuestas trilladas por parte de los entrevistados (acerca de sus comienzos en la escritura, sus influencias y su opinión sobre la poesía contemporánea) y una interés insistente del entrevistador por asignar significados y filiaciones a los poemas –interpretaciones de una sola vía para los textos que él mismo ideó.

Ante la idea brillante y productiva de inventarse una generación de poetas, Zaidenwerg prefiere cultivar las formas antes que correr riesgos. Y al final, como si se tratase de aquel “dólar platónico ajeno a los vaivenes de la tasa de cambio” cuyo poder nominal lo obnubiló en la infancia, la lírica se vuelve el patrón que regula y determina cada una de las inflexiones poéticas particulares de los 50 estados.
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Publicada como "Hojeando una antología con trampa", en Revista Ñ (02/03/2019) https://www.clarin.com/revista-enie/literatura/hojeando-antologiacon-trampa_0_kmKRtZA2S.html

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